En el continente europeo, las matemáticas no tienen un
origen tan antiguo como en muchos países del Lejano y Medio Oriente, alcanzando
sólo éxitos notorios en la época del medievo avanzado y especialmente en el
Renacimiento.
El punto de arranque de las matemáticas en Europa fue la
creación de los centros de enseñanza. Con anterioridad, tan solo algunos monjes
se dedicaron a estudiar las obras de ciencias naturales y matemáticas de la
antigüedad. Uno de los primeros centros de enseñanza fue organizado en Reims
(Francia) por Gerberto (Silvestre II) (940-1003). Fue posiblemente el primero
en Europa que enseñó el uso de los numerales indo-arábigos. Sin embargo hubo
que esperar a que los musulmanes rompieran la barrera lingüística, hacia el
siglo XII, para que surgiera una oleada de traducciones que pusieran en marcha
la maquinaria matemática. El trabajo de los traductores fue sensacional. Así
Gerardo de Cremona (1114-1187) tradujo del árabe más de 80 obras.
Durante el siglo XIII surgió la figura de Leonardo de Pisa
(1180-1250) más conocido como Fibonacci. Alrededor del año 1202 escribió su
célebre obra "Liber Abaci" (el libro del ábaco), en el que se
encuentran expuestos: el cálculo de números según el sistema de numeración
posicional; operaciones con fracciones comunes, aplicaciones y cálculos
comerciales como la regla de tres simple y compuesta, la división proporcional,
problemas sobre la determinación de calidad de las monedas; problemas de
progresiones y ecuaciones; raíces cuadradas y cúbicas... Fibonacci quedó
inmortalizado por la famosa "sucesión de Fibonacci" y el famoso
problema de los conejos.
El profesor parisino Nicole Oresmes (1328-1382) generalizó
el concepto de potencia, introduciendo los exponentes fraccionarios, las reglas
de realización de las operaciones con ellos y una simbología especial,
anticipándose de hecho a la idea de logaritmo.
Ya en el siglo XV, Regiomontano enriqueció el concepto de
número, introduciendo los radicales y las operaciones con ellos, ampliando así
las posibilidades de resolución de ecuaciones. Nicolo Tartaglia (1500-1557),
Fiore y Scipión del Ferro (1456-1474) desarrollaron fórmulas para la búsqueda
de ecuaciones de tercer grado. Pero fue Jerónimo Cardano (1501-1576) quien
introdujo un método regular de resolución de ecuaciones de tercer y cuarto
grado en su obra "Ars Magna". En esta obra se expresan diversos
teoremas que relacionan raíces y coeficientes, así como la divisibilidad de un
polinomio por factores (x-a), donde a es raíz del polinomio. Asimismo en esta
obra se establece un notable cambio desde el álgebra literal al álgebra
simbólica.
Fue François Viète (1540-1603) quien dio un sistema único de
símbolos algebraicos consecuentemente organizado, gracias al cual resultó por
primera vez posible, la expresión de ecuaciones y sus propiedades mediante
fórmulas generales. Viète estableció en todo momento, una fuerte conexión entre
los trabajos trigonométricos y algebraicos, de forma que de igual manera que se
le considera el creador del álgebra lineal, se le podría considerar como uno de
los padres del enfoque analítico de la trigonometría, esto es, la goniometría.
Recuperado:
No hay comentarios:
Publicar un comentario